Sigo a las mujeres
como a la luna.
Ella va y viene,
como amante itinerante.
Ella sabe el arte de hacer
y crear esa tensión
que entrelaza espejismos.
Pero yo la quiero,
porque en ese andar y andar,
alguna vez se detendrá
y mirara mis ojos,
y lo diré todo.
hermoso...
ResponderEliminarGracias!
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