El 4230 no quiso partir,
ahí quedo como anclado,
esperando otro viaje...
Una noche,
el sudor, el baile y las sonrisas cómplices,
los pensamientos...
Una mirada perdida,
entre sueños,
La espera de un mensaje que no llega..
El viaje,
ese bus de las 12.
Ese ingrato deseo,
que se queda a un paso...
Ese silencio que te ahoga,
esa mirada que intenta ser palabra,
ese abrazo que quiere ser un beso...
Y sin embargo,
y pese a todo,
el 4230 no quiso partir....
Realmente adoro leer su blog!
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