Un auto gris,
nada fuera de lo común...
un segundo en el que los meses se esfumaron
en un instante...
La mire a los lejos,
sentí ese escalofrío,
que solía sentir,
cada mañana de aquel tiempo...
Era ella,
el auto no se detuvo,
tampoco tenía esa esperanza,
pero la vi...
La vi a lo lejos,
y en aquel segundo me enteré,
que el tiempo,
y el sentimiento,
nunca son proporcionales,
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