el pasado,
de repente me vi envuelto
en una lluvia de sudor,
en medio de una habitación.
en medio de una habitación.
Tu sexo rozando mi rodilla,
el estremecimiento de tu cuerpo,
y tu beso distraído
por el placer.
Tu entrepierna incendiada,
me cuenta una historia,
que no he visto en ningún lugar.
En el principio el fuego
nació del clítoris de una mujer,
y el agua emergió de sus labios
distraídos.
Y la luz como la conocemos,
emergió de su mirada
centelleante,
producto de un placer nocturno,
que embriagó su cuerpo.
producto de un placer nocturno,
que embriagó su cuerpo.