jueves, 16 de enero de 2014

El reloj de la Central.


En la avenida,
los payasos caminan a sus casas,
agitando sus manos al músico
que se queda a esperar la noche.

Un joven me habla de Dios,
y pongo oídos de cortesía.
Mientras mi mente
se pierde en los acordes
del músico que espera la noche.

Allí está el reloj de la central,
y aquella esquina vacía,
como un lienzo en blanco
en donde hago aparecer su silueta.

Me percato
de que una mujer coloca sus ojos,
entre el lienzo
y mi mirada.

Permanece allí
algunos segundos,
para después ser atravesada
por la proyección de mi recuerdo.

Esto es así,
como una llamada imaginaria,
que marca el tono,
mientras en el otro lado
nadie atiende.

Como ese músico,
que rasga la guitarra,
para recibir la noche.

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Susurros del Tiempo por Diego Zúñiga Céspedesse encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Costa Rica License.