Y la música,
y sus ojos,
y las certezas,
y una duda en el aire...
Todo entremezclado,
con los deseos,
con esa tensión de los labios que se urgen,
y vos ahí...
Y el tiempo...
y esa poesía que escribiríamos juntos...
en aquella noche de respuestas...
Una respuesta que trasciende las palabras,
una respuesta de esas que te distraen,
que te ocupan el pensamiento,
que se alojan por horas,
y el tiempo que avanza sin siquiera enterarnos...
Te quedaste en mi...
tus besos, tu mirada...
tus caricias....
Ahora sabemos que es cierto,
que hay encuentros inevitables,
que detrás de cada palabra de nuestros labios
se esconden intenciones,
se esconden sentimientos...
Y yo te pienso,
en medio de este frío del aire,
en medio de este calor de lo que siento
llegaste para nunca partir de mi memoria....
A veces la memoria guarda recuerdos tan pesados que adhieren a la piel, o seremos nosotros los que nos adherimos a ellos.
ResponderEliminarSaludos Diego.
Nosotros somos memoria, nos adherimos a la vida y a sus recuerdos..
ResponderEliminarSaludos Monse, gracias por visitarme, tenemos un café pendiente!